La Reserva Marina de Galápagos abarca una extensión de cerca de 133.000 kilómetros cuadrados. Bucear en el Archipiélago es una de las mayores aventuras que es posible experimentar.
La zona está considerada como una de las siete más importantes del Planeta para realizar esta actividad. De igual forma, hay islas como Santiago, Bartolomé o Floreana ( la Corona del Diablo) donde también se puede practicar buceo.
En ciertos sectores de la Reserva Marina de Galápagos, es posible realizar buceo de superficie y profundidad y tener contacto con las impresionantes especies acuáticas que viven bajo la superficie del mar: arrecifes de coral, ballenas, tiburones ballena, tiburones martillo, rayas, mantarrayas, peces espada, tortugas… Por el fondo del Océano se desplazan fuertes corrientes marinas y protuberancias de lava que los deportistas deben tomar en cuenta mientras miran los maravillosos habitantes del agua.
Otros hábitats marinos son los fondos rocosos, las paredes verticales de roca y los manglares. De igual forma, hay fenómenos naturales que afectan el área como los afloramientos de aguas frías y el Fenómeno de El Niño.
Áreas Protegidas
Varias son las islas donde los turistas pueden apreciar la naturaleza inigualable de Galápagos. En la isla Floreana, por ejemplo, se puede visitar la bahía Post Office, Playa Negra, la Laguna de Flamingos, Punta Cormorán y las Cuevas de los Piratas.
Igualmente hay sitios para practicar el buceo, como La Corona del Diablo. En Genovesa se destacan las fragatas, las focas peleteras, las iguanas marinas, el pájaro tropical, los conocidos piqueros patas rojas y los enmascarados. Fernandina, en cambio, tiene lobos marinos, iguanas, pelícanos, pingüinos y el cormorán no volador.
En la isla Española se puede apreciar la danza de los piqueros patas azules y el cortejo de los albatros.
Una de las caminatas más interesantes, por las formaciones de lava existentes, es la que se puede realizar en la isla Santiago, y en Santa Cruz hay senderos que cruzan la vegetación de la isla, repleta de cactus, matorrales y manglares.
En estas Islas, estudiadas por Darwin, están identificados 54 sitios de visita terrestre que los turistas pueden recorrer con la colaboración de guías especializados.
Otros puntos de interés son El Géiser, El Soplador y Cucubes, así como otras especies de aves. Santiago es conocida por los aficionados al buceo y porque se pueden recorrer caminos entre las formaciones de lava y llegar al cono volcánico de Bartolomé, donde viven focas peleteras y lobos marinos.
En Seymour Norte se encuentran colonias de fragatas, lobos marinos y piqueros patas azules. Las islas Plazas son hábitat de lobos marinos, iguanas, cactus y gaviotas.
Santa Fe es una Bahía con bosques de cactus gigantes, lobos marinos, gavilanes e iguanas. Por su parte, Isabela alberga un sitio de crianza de tortugas y tiene una actividad volcánica constante. En 1998, tras permanecer alrededor de veinte años inactivo, erupcionó el volcán Cerro Azul. Así mismo, Hay 62 destinos que el visitante puede conocer en esta reserva.
Sol y Playa/Playas Vírgenes
Tortuga Bay, ubicada en Puerto Ayora (Isla Santa Cruz), es uno de los lugares más visitados y apetecidos del Archipiélago.
Se trata de dos playas interminables, separadas por una punta de manglares y con arenas color marfil.
En Floreana está, en cambio, la Playa Negra , de lava.
En la Isla Santiago también hay playas ideales para la natación. Otros sitios son Playa Ochoa (San Cristóbal), Playa Espumilla (Marchena) y Playa Bahía Darwin (Genovesa).
Texto: Lara Milesi García
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